Mucho cuidado en el supermercado: la estafa de la miel con la que todo el mundo pica

El sector de la miel en la Unión Europea (UE) está experimentando un notable crecimiento, con cifras que muestran un aumento constante en los últimos años. Según datos de Euromonitor, el valor del mercado alcanzó los 2.300 millones de euros en 2021, lo que representa un aumento significativo en comparación con años anteriores. Sin embargo, este próspero mercado se ve amenazado por la estafa de la miel, un problema cada vez más preocupante.

A pesar de que la UE es uno de los principales productores mundiales de miel, con una producción anual de 218.000 toneladas, también depende en gran medida de las importaciones de terceros países. Esto se debe a que, a pesar de su alta producción, la UE aún importa alrededor del 30% de su consumo total de miel. Los principales países proveedores de miel a la UE incluyen a China, Turquía, Ucrania, Brasil, Uruguay, Cuba, México y Argentina.

Lamentablemente, estos países también son los más afectados por la estafa de la miel. Se estima que hasta la mitad de la miel importada podría ser objeto de fraude, lo que representa una seria amenaza para la integridad y la reputación del mercado de la miel en la UE.

En qué consiste la estafa de la miel

De acuerdo con un informe conjunto publicado por la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) y el Centro de Investigación Conjunta de la UE, se estima que casi la mitad, específicamente el 46%, de la miel importada a la Unión Europea ha sido adulterada con la adición de agua o jarabes de azúcar artificial para aumentar su volumen.

Este problema es especialmente grave en las importaciones procedentes de China, donde el 74% de la miel importada se ha visto afectada por esta práctica fraudulenta. Para las importaciones de Turquía, el porcentaje aumenta al alarmante 93%, mientras que en el caso del Reino Unido, alcanza un preocupante 100%.

Los datos se derivan de un análisis exhaustivo de 320 muestras, donde casi la mitad mostraron signos de no cumplir con la Directiva de la Miel de la UE. Es importante destacar que la mayoría de la miel importada se utiliza en mezclas y se comercializa bajo diversas marcas comerciales en el mercado minorista. Esto significa que alrededor del 80% de las mieles que se venden al por menor en realidad son mezclas.

En el contexto español, un estudio reveló datos alarmantes sobre la calidad de la miel importada. De las 47 muestras analizadas, un preocupante 51% fue catalogado como sospechoso, superando incluso el promedio europeo del 46%. Este hallazgo pone de relieve la magnitud del problema en el país.

Más aún, se descubrió que el 86% de los 15 operadores de importación en España estaban involucrados en la comercialización de productos clasificados como sospechosos. Estos productos, según las investigaciones, presentaban evidencia de la utilización de aditivos, colorantes y tácticas para ocultar el verdadero origen geográfico y la trazabilidad del producto.

Para erradicar el alarmante fraude presente en España y en toda Europa, es esencial fortalecer los sistemas de control y mejorar la trazabilidad de la miel y sus derivados. Empresas como SICPA están desarrollando soluciones innovadoras para abordar este problema.

Una de las estrategias clave es la implementación de etiquetas de seguridad. Estas etiquetas están diseñadas con una variedad de elementos de seguridad que van desde características visibles, como el exclusivo QUAZAR®, que proporciona una forma rápida y visual de autenticación, hasta elementos invisibles, como SICPAGUARD®, que solo son conocidos por el fabricante y están diseñados para verificar la autenticidad de forma discreta.

Además, se están utilizando códigos QR inviolables, patentados por SICPA, que ofrecen una capa adicional de seguridad. Estos códigos contienen información variable que puede ser verificada fácilmente mediante una aplicación móvil especializada, lo que permite tanto a la industria como a los consumidores finales validar la autenticidad del producto de manera rápida y sencilla.

¿Cómo elegir la mejor?

Al comprar miel, es esencial verificar su procedencia para garantizar su calidad y autenticidad. Presta atención a las etiquetas que indiquen claramente el origen geográfico de la miel. Además, busca sellos de Denominación de Origen Protegida (DOP), de Garantía de Origen (ETG) o de Indicación Geográfica Protegida (IGP).

Selecciona mieles monoflorales, elaboradas mayormente con una sola variedad floral. Esto permite disfrutar de los distintos sabores y propiedades únicas de cada tipo de flor, sin diluirse con otras variedades.

Opta por la miel cruda, ya que durante el proceso de pasteurización se pueden perder enzimas y vitaminas. Busca etiquetas que indiquen que la miel es «cruda», «sin pasteurizar» o «mínimamente filtrada» para asegurarte de que conserva todos sus beneficios naturales.

Si es posible, elige por envases de vidrio para conservar la miel. El vidrio protege mejor contra la humedad y los cambios de temperatura, preservando la calidad del producto por más tiempo. Además, es un material reciclable y reutilizable, lo que lo hace una opción más sostenible.